viernes, 29 de noviembre de 2013

Descorazón.

Escondida debajo de la silla, de la mesa de la cocina o debajo de la colcha,
Rezaba porque alguien me encontrará, que me viniera  a rescatar,
Y pasaron las horas, los días y los años y mi vida se volvió loca,
Ninguna luz en esta sombra, fantasmas entraron llenando esta oquedad.

Empecé a intuir que algo me faltaba, como a los cangrejos alas,
Lo debí haber decretado a solas, alguna tarde mientras llovía, aquí adentro,
Conserve algunos recuerdos cerré los tiempos, libertad a mis anchas
Vendas en mis ojos  me purificaron, el dolor fue mi maestro

Y el abismo entre pleuras creció, se hizo hondo sin rascarle,
No me percaté, hasta muchos años mas tarde, cuando al pretender herirme
No hubo daño, llanto, ni manchas de sangre,
No necesite asomarme para sentir el frio, el hueco infame.

En mis años primeros ni uso sabía darle,
De mujer joven, una maravilla que no pudieran romper lo que no se puede ver,
En mi edad madura, extraño no poder sentir, sola quedarme,
Y sigo pensando que no es normal, haber nacido deforme; no querer querer.

Nacer sin corazón de mujer amante, sin entrega, ni arrebato,
Solo momentos e instantes sin un hombre,
Sin un siempre, sin mañana, sin abrazos.
Maldición a plazos.


lunes, 12 de agosto de 2013



Réquiem

La ausencia que ahora es llano y paraje dentro de mi corazón, empezó una noche cuando sentí tu ausencia, cuando note que tu pequeño calor se diluía entre mis manos, que sólo conservan del tacto memoria.

En  toda la eternidad jamás buscaste refugio, porque no sentiste miedo de lo que no conocías, lenguajes raros llenos de símbolos que la gente letrada nunca entendimos, de los cuales, de niña, me avergoncé.

Hoy admiro tu pureza y brío, tu inconformidad, la irrepetible forma en que te presentaste en este mundo y diste vida, diste forma y forja,  en el modo más sincero que tu carácter  permitió, secas ramas crujían entonces, incendiando y quemando tus heridas, así cohibías la sangre de tus manos, maldiciendo y dándonos risa por tus raciocinios rebuscados.

Superstición, eternos amores y eternas pláticas con la florista, el nevero mientras esperabas que saliéramos de la escuela  generaciones de hijos encargados, de los cuales te hiciste responsable con más valor que con ciencia.

Yo soy tu hija y  del radio de las 4 de la mañana que ponías en la estación de las noticias  para que yo no me sintiera sola mientras te ibas por la leche, cuando el lucero alumbraba tu enrebosado camino, y solamente el pan en mi leche caliente se volvían testigos de tu trabajo para que yo me fuera a la escuela, impecable, lista para no darte molestias y mortificar a nadie.

No precisaste leer ni escribir para darte cuenta de la maldad y de la bondad, no precisaste dinero para lujos y demostrarnos cariño, ni herramienta más precisa que una cuarta que nos corregía todos los defectos y que ahora reposa, junto a tu sombrero para el sol.

Nos abandonó la única persona que jamás nos había abandonado.

¿Y ahora que se hace con tus muñecas a las cuales les cosías vestidos y peinabas por estar pachonas?

¿Qué se hace con tus pañuelitos remendados hasta el cansancio?

¿Dónde ponemos tus santos y tus veladoras que siempre estaban listos para tus solicitudes cada vez que nos tardábamos de más, en llegar a casa?

La noche más larga, fue la noche que empezó tu ausencia y no acaba aún de clarear.

Ya no existe cobijo bajo tus brazos, ni tu delantal, ni el ruido de todas tus llaves, ni estarás de nuevo con el televisor a todo volumen, muerta de risa con los programas para niños, creyendo que las telenovelas eran historias de verdad, ni imaginándote diálogos en las revistas…¡Qué ciegas fuimos!

Y ahora, esto que te escribo solo es para mi, para mi desahogo, para saber que me acuerdo y que valoro cada regaño, cada golpe, cada vez que me preguntabas por mi ropa, por mi gato, por los vecinos, por platicar conmigo en tu inmensa soledad a la cual te confinaste, te confinamos.

No se está nunca listo para separarse de lo amado, ni llega el verdadero consuelo, sólo una extraña paz de saber que somos el mismo camino y el mismo final de todo.

Me pesa no verte, me extraña no verte, sentirte y oir tus cosas, tus preguntas, tu enojos y quejas.
Y sé que estas donde debes, haciendo lo que siempre deseaste, y que eres luz, el calor que ahora me guía.

Lo sé bien, sólo que a ratos, y sobre todo por las noches, siento frío que me recuerda, sin lugar a dudas, que ya no estás conmigo.




martes, 11 de junio de 2013

Senil

¿Qué era eso que tanto miedo me daba de niña y ahora ni me acuerdo?

¿Cómo se llamaba aquél muchacho tan guapo y tan mentiroso que llenaba mis tardes de pláticas que yo creía completamente, sólo por ver sus ojos?

¿Dónde estaba ese restaurante que cocinaba la sopa de verduras con una capa de pasta de hojaldre al horno y que sabía a gloria verdadera los días lluviosos?

Todo se perdió en medio de preocupaciones, del trabajo, de la angustia por vivir, sin saber que ya estaba viviendo.

Se diluyó cuando me negué a vivir porque pensé que sólo podía sentirme viva a través de tus risas.
Todo cambió cuando el dolor de la soledad lleno todo y la duda se acomodó en mi cocina.
Y lo más irónico es que no vienen a mí los recuerdos que me han formado, los que son parte de mi existencia y como ladrillos, han construido este edificio donde vivo.

Cada año guardaba un sueño para empezar el año, hasta que creí tener suficientes sueños y no decrete ninguno.
Entonces vino la sequía y el polvo lo cubrió todo.
Luego, otra estación y si alcancé o no mis sueños, tampoco lo recuerdo, me entretuvo la novedad del éxito en lo profesional, que difícilmente se acompaña del éxito en todo lo demás.

87 años pasan rápido cuando una se entretiene buscando…pasan muy lentos cuándo no se sabe qué se está buscando.

Nunca deje de extrañar esas mañanas donde era absurdamente feliz y me sentía culpable.
Ahora, ya ha pasado todo y me quedan fotos, discos, destellos de mi vida, y parece que no me fue tan mal en la vida, porque estoy en un lugar hermoso, sin frio, sin dolor.
No sé si fui hermosa o fea, nunca me importó porque lo que me importaba era el amor de uno solo, y para él fui regular.

¡Qué tiempos aquellos! En justicia,  no lamento el pasado, ni me importa el futuro, me importa que ahorita siento nostalgia por algo nebuloso, nostalgia porque tengo el vago presentimiento de que a pesar mío, si, en mi vida fui feliz.

¿Qué era mi vida cuando tenía memoria?

No me acuerdo.


miércoles, 15 de mayo de 2013


Muda

Adornada  por un collar apretado  que tú  llamas amor, salí a la calle,
Encontraba  mi dosis de felicidad hasta en un parque,  tú lo nombraste veneno;
Bailaba loca, incontrolable y alegre aún en el encierro y tú dijiste que era bueno,
Nada justifica este voluntario amarre, salvo que era mi mejor intento.

Salía vestida de besos que ganaba en una semana de lindos sucesos,
Y al abrir mi mente y mis sentimientos, profanos improperios me arrebataban cada uno de ellos,
Hasta dejarme desnuda y desamparada, esperando un poco de perdón, de consuelo.
Mis largos vestido rasgado por tu indiferencia, perdían colores, dejaban de ser bellos.

Usaba tu boca para provocar mi sonrisa, malsano hábito que exigía descanso,
Tus abrazos condicionados a mi sutil comportamiento, pruebas de sumisión,
Donde mi alma y  mi corazón rebeldes, condenados, morían de inanición,
Sólo tolerancia y paciencia, inexistentes en tu ser violento, aterrador.

Mis pies, mi olor, mis colores, mi voz, todo perdido, rendido esperando aprobación,
Queriendo poner mi alma, mi ser entero por un poco de verdadero amor,
No duro en tus manos mi afecto, lo escrutaste, desvestiste, asfixiaste con todo tu rencor,
El pasado te exige desbaratar cada presente para recordarte que sigues respirando desamor.

Y huí, advertido estabas de que mi vida es  constante huida
Traigo marcas en el cuello del collar que con amor tejiste,
Corro  con mis vestidos largos, sucios, desgarrados sintiendo tus manos sin sentirte,
Y ahora queda, libre y a solas mi voz, quieta y para tu necio orgullo, también muda.


miércoles, 20 de marzo de 2013


Hermosos Hombres
Que hermosos son los hombres cuando la saben tratar a una,
Adorados cuando conectan  corazón y pensamiento,
Amados si  transforman la palabra, respetados si lo convierten en hecho,
Son los hombres en  la tierra fortaleza,cielo y vida.

Mirada tersa, suspiros, boca dulce, labios aguerridos,
En las manos promesas, te quieros,
Pajarillos llenos de  piel, que al amanecer cantan gloriosos
Por volar dentro de mí, ansiosos.

Oscuridad pronunciada, incorruptible, acércalo;
Deja que su fuego me consuma y purifique,
Que cansado en mi repose,
Que vencido me domine.

Aleja  pensamientos, entrega el instinto,
Expresa en caricias un largo verso,
Rima, acentúa, come mis palabras,
Regresa  prosas a través de su cuerpo.

Hermosos son los hombres, cuando la saben tratar a una,
Cantos, guirnaldas, besos eternos,
Fiesta perenne, llena de flores,
Siempre eterna, está su presencia en mi cama.



jueves, 28 de febrero de 2013


Mi perfección.

Generalmente procuro ser feliz, tener una sonrisa y una palabra, unos oídos listos para cuando alguien los necesite.
Me gusta pensar en positivo y ser tenaz, luchar, pelear, darle batalla y revertir las circunstancias a algo que pueda ser solucionado.
Busco la oportunidad mínima en medio de la adversidad.
Me gusta reír y que se me note la felicidad, contagiar mi ánimo, mi estado de alegría.
Pero no siempre soy así…
He pensado en morir varias veces cuando no puedo con el dolor, con la soledad.
He renegado mil veces porque la tristeza  y el desamor vienen y me abrazan llevándome a la oscuridad.
Sola he buscado en la distancia, en el tiempo, en la destrucción un camino, una luz que no aparece, porque no existía constante en mi corazón.
El desencanto, la desilusión, la ira, la ambición, hacen fiesta si me descuido y bajo la guardia sobre todo en los días en que todo sale mal.
Y no soy ni reina, ni linda, ni ángel ni luz.
Y eso, eso me hace perfecta ante Dios.
Porque diario, a cada minuto, veo mis muros, los miedos, mis fantasmas, el dolor y puedo rectificar el rumbo.. o entregarme a ellos.
Porque respiro esperando en un segundo la luz divina que me ilumine y me permita seguir avante, o la flama que me queme y devore todo este infierno.
Soy consciente de los rumbos que me llevarán a mi único destino, y libre de elegirlos rectos o retorcidos.
Y oscilo entre el cielo, el infierno y la Tierra, y me maravillo de poder contarles en estos momentos, lo que siento, mi vida.
Los años son eternos cuando son inmóviles, yo me muevo, intermitente y crezco, involuciono en medio del amor, que sin sospechas siempre me vigila.


martes, 8 de enero de 2013


¿Quién es Paty?

Paty es la autora de este blog, que comenzó hace un año, es también una mujer que tiene muy poco de sentirse reina, de sentirse bella.
Dicen que para ser una buena ruda, hay que ser buena técnica en el argot de la lucha libre, bueno, en mi caso es al revés.
Ha costado mucho trabajo, tiempo, dinero (de la terapia) y un desgaste emocional increíble.
El ser analítica, observadora tiene su origen en la costumbre que hay por la introspección, por eso, de manera muy recurrente, me pregunto: ¿Quién es Paty?
Paty ha viajado a través del tiempo, de mucho abandono, de mucha falta de compromiso por lo menos durante los primeros 25 años de su vida, principalmente de ella para ella, sin darse permiso a llorar, sin darse permiso a fallar, sin conocer más voluntad que la propia.
He amado intensamente, y ha dolido igual.
Cada lección dei vida ha sido un algodón rosa, no he sufrido sino lo que  tocaba en justicia sufrir.
No soy ni la más mínima representación de la perfección, lejos de ello he sido dura, sarcástica, una mula en pocas palabras, encontrando que, esa manera de ser ha sido  de sobrevivencia que de auténtica esencia.
No quiero engañar a nadie con una Paty impoluta y con la vida perfecta, no soy una optimista frívola, de moda. Paty es una mujer que la mayor parte de la vida ha creído que la frase “No se  puede” NO EXISTE.  Quiza sea necedad, en otras circunstancias en tenacidad, de cualquier modo el hilo que separa ambos límites es delgado.
He elegido vivir sola a continuar viviendo en la burbuja rosa, sin embargo, la burbuja rosa me sigue, porque dondequiera que voy, por lo regular soy tratada con sol, aire y abrazos cálidos.
 La gente que no siente simpatía por Paty, está en su derecho y no la juzgo, finalmente porque no me importa.
He llorado mi soledad hasta la completa desolación, he buscado y rechazado novios, y al final me quedo convencida de que he desconfiado de mi destino y de mi Dios, por lo que lo que suceda de aquí en adelante lo esperaré siendo feliz yo misma, ocupándome de lo que me gusta, y haciendo lo que  me gusta.
Este blog ha sido una fantasía hecha realidad , no contaba con tantas visitas, ni con tanta gente que me comenta, he desbordado mi imaginación, mi pasión, mis demonios en lo que escribo, y aunque literariamente hablando sigo siendo una aficionada, he perdido el miedo a que me lean, y hoy me trasparento con usted, mi querido lector.
Hoy te platico que la parte medular de este blog son relatos que salen de mi vida interior, fantasiosa y ociosa de contar cosas.

El manual para reinas es una lección de mí, para mí, porque yo, era una plebeya  silvestre y que, poco a poco me he ido autopuliendo por amor propio.. claro, después de que mi modo de ser desencanto al ser que más he amado como pareja en mi vida.
Y al final, como en una historia de hadas, descubro que si, soy una reina.

El danzón es mi etapa apasionada, porque lo he vivido, respirado, amado  y bailado.. y sé que como etapa de mi vida, puede terminar en cualquier momento, y para ese día, ya estoy lista:  nos hemos amado como dos adultos plenos, intensos, de buena gana y de buena fe.

Unas partes de este blog están más elaboradas que otras porque me ha faltado tiempo.
Sin embargo, Paty, es cada letra y cada palabra escrita en este blog y ahora es una Paty que vive a través de ellas en la imaginación de quién me ha leído.
Gracias a ti, que me lees y me das vida en un espacio donde sólo cabemos tu y yo.

Esta es Paty.