Intrahospitalario

La mascarilla de oxígeno.

Basada en hechos reales.

21:00 -Sr, buenas noches, voy a ser su enfermera, por favor colóquese su mascarilla de oxígeno, es necesaria..- Si señorita.-
21:20 -Sr, por favor colóquese la mascarilla.. 
-Si señorita, es que tome agua..
22:00 -Sr. Se esta bajando su oxigenación y esta forzando su corazón..-Si señorita es que hace mucho calor..-
22:35 -Sr, en sus laboratorios dice que necesita mas oxígeno, asi que o se pone la mascarilla o el médico le indicara de nuevo el ventilador mecánico. -Si señorita es que me da naúsea con la mascarilla...-
23:00 -Sr. Esa mascarillla no le va a oxigenar el cuello..
24:00 -Señorita! Señorita!! qué hacen esas personas en el techo??? (primer síntoma de hipoxia)...-Por favor (y por enésima vez colocande la mascarilla) póngase su mascarilla..
0:45: Por fin se durmio!!! ( la mascarilla en el piso) =/
1:00- Señorita, háblele a mi hija por favor- No señor, no se puede, no es hora de visita- Es que se me olvido decirle que no se pelee mas con su yerno-  Señor, lo acaban de operar del corazón, descanse, tranquilo, mañana le dice a su hija todo lo que usted quiera, ahorita es de madrugada- Esta bien señorita..-
1:45 –Señorita, a esta mascarilla no le sale oxígeno-  - No señor no le sale porque esta usted encima de ella..ya está, procure no dormirse aplastándola -
2:10- Sr. Por favor, colóquese la mascarilla y no se jale el suero, por ahí le estamos pasando sus medicamentos.
2:55 –Ayudenmé! El Sr. Morales se arrancó la venoclisis y se esta bajando de la cama!
3:10 Hay que volverlo a canalizar..pero primero le cambiamos la cama porque mojó toda su ropa.-
4:05- Listo, esperemos ahora si se pueda dormir aunque sea un rato, le puse un poco mas justa la mascarilla por si se queda dormido no se le caiga- Si señorita…-
4:45 –Señorita, ¿Ya puede pasar mi hija? –No señor, todavía es de madrugada, apenas van a adar las 5 de la mañana, la visita es a las 7:30.. mientras duerma un rato, necesita descansar, su cirugía no fue fácil y apenas esta pasando la anestesia, asi que duerma..-
5:20 –Sr. Por favor, esa mascarilla no es para que se la ponga en su cabeza, es para su nariz..-
5:50 –Señorita, ¿Me puede poner otra sábana por favor? Es que, la mascarilla me da mucho frío.-
6:10 – Ahora si parece que se durmió…

7:00 ¡Buenos días!!!! – ¿Qué tal durmió Sr. Morales??
-¡!Muy bien! ¿Ya puede pasar mi hija?
7:10 –Mire señorita, le presento a mi hija Lupita-
-Mucho gusto , un placer-
-¿Qué tal se porto mi papá? Porque luego es un poco latoso
-Bien señora, bien… (sonrisa linda)
7:15 –Señorita…antes de que se vaya…¿Le puede poner bien la mascarilla a mi papá por favor?

8:50 am (A muchos kilómetros, lejos del Sr.Morales)

AGHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!

Epílogo:

No pregunte por favor si la enfermera aplicó medicamentos, si cenó o si tomo los signos vitales, midió glucosa, hizo sus anotaciones o si ayudó a sus compañeras…ni si las enfermeras del siguiente turno le dicen de mala onda “se ve que dormiste toda la noche…”





El futbolista 







Parte 3
La habitación de Carlos lucía llena de fotografías, donde lo habitual, padre, madre y dos pequeños se veían contentos en un campo disfrutando una rica comida de domingo, chicos pateando un balón, papá y Carlos de pequeño jugando a montar en bicicleta, y lo mas llamativo de cada una de esas fotos, era que, en todas sin excepción, Carlos aparecía luciendo un uniforme americanista.
“Mi sueño, siempre fue jugar para el América, pero con el paso del tiempo y las obligaciones, sólo jugué en tercera división, cuando tuve a mis dos hijos, Paco seleccionó para las fuerzas básicas, sin embargo, Carlitos fue el talentoso y pronto lo llamarón para la segunda división, pronto se destacó como delantero y en menos de dos años, ya lo estaban convocando para la primera división, desde pequeño, aún antes de que caminara ya vestía su traje americanista, y cuando el equipo perdía un partido, el llanto era inevitable, la tristeza lo invadía y entrenaba con más ganas, su único deseo era jugar tarde que temprano para el América”.
-Oiga Don Jesús, y su hijo ¿No ha tenido respuesta? –Pues esta sedado, aún así, me aprieta la mano ligeramente, quisiera despertar, pero no lo dejan, dicen que debe seguir dormido hasta que su sangre corra de nuevo por su cabeza, pero no sé para cuando, ya pasaron 10 días y yo lo veo más delgado, sin color…-
-El club ya me dijo que no cubre el seguro su enfermedad, nosotros alegamos que, esto ocurrió como accidente laboral, en horarios de entrenamiento en sus instalaciones, pero los directivos dijeron que no, que ellos no seguirían pagando más este hospital y que buscáramos dónde trasladarlo, nosotros no tenemos dinero para pagar una terapia intensiva con todo lo que él requiere, no sabemos qué hacer.-
-Pues sabe señor, usted debería recurrir a la afición, a los medios de comunicación para que se enteren que la directiva no apoya a uno de sus jóvenes talentos y lo pretenden dejar sin atención médica, tan valiosa para él en estos momentos. Así que, póngase listo y haga pública esta irresponsabilidad del equipo que paga a los jugadores más caros del futbol mexicano.
Un cuerpo tan joven se resiste a todo lo que no le pertenece, él lucho diario por controlar su temperatura, porque llegó a tener fiebres de 40 grados, convulsiones, cada que la sedación disminuía, se peleaba con el ventilador que le ayudaba a respirar, escupía, mordía la sonda por la cual comía, intentaba mover cada parte de su cuerpo e incluso hubo días en que se le sujeto para que no se fuera a caer o a lastimar. Cada dia de todos los que estuvo, su cuerpo no respondía a la sedación a la cual estaba sometida su mente, en cuanto se suspendió la medicación y se propicio que empezara a despertar, lo primero que pidió fue a señas, terapia física, no quería dejar de entrenar ni un solo minuto, en su mente, de guerrero, de deportista, siempre estuvo la idea de regresar a jugar a la brevedad posible. ¿Cómo lo sé? Porque cada día que vi, cuando su padre o su hermano le hablaban de futbol, su actividad ocular, mental, respiratoria, cardiaca aumentaba, era como si lo despertaran de un sueño y todo su cuerpo vibrara con una sola palabra. Y así poco a poco regreso su consciencia, y su cuerpo lentamente reaccionaba a las ordenes de su cabeza, empezó a respirar por si mismo, a decir si, a decir no, a hacer señas obscenas con la mano y los dedos a modo de broma y saludo con sus mejores amigos, se despedía, daba las gracias y lloraba junto con su madre, cada vez cada día, yo entendía la fuerza amorosa que lo rodeaba, la fuerza que lo motivaba a salir de ese letargo y obligar con su voluntad a cada uno de sus músculos a volverle a obedecer.
Carlos lleva ya  más de treinta días, entre diagnósticos, dimes y diretes, su condición se ha ido estabilizando, ya está despierto, no se pudo destapar mas su arteria ocluida, lo que vaya a recuperarse, lo hará fuera del hospital, nosotros ya no podemos hacer más por él, dijo el médico especialista dando de alta al chico, que se encontraba con los ojos abiertos, sin poder parpadear rápidamente, aletargado, quién sabe si consciente del todo y de lo que sucedía a su alrededor.
No mastica por sí solo, hay que triturarle el alimento, respira ya sin apoyo, sin embargo, su cuerpo se ha debilitado mucho, ha perdido fuerza en brazos y piernas, no sabemos si pueda ponerse de pie por si mismo. ¿Jugar futbol? Con suerte logre controlar las ganas de ir al sanitario…
No creemos que vuelva a jugar nunca mas.
(¿Por qué a veces los que trabajamos en los hospitales somos tan malditamente insensibles y decimos las cosas como si fuéramos mecánicos y habláramos de autos?)
Efectivamente, los directivos después del escándalo y de las presiones de la afición tuvo la generosidad de terminar de pagar el tratamiento médico, bueno si, pero ¿Y  la rehabilitación? ¿La pensión de por vida?
A las diez de la mañana, mes y medio después, Carlos salió del hospital, en una silla de ruedas, apenas diciéndole “hola”  a sus fanáticos que lo acompañaron en toda esta triste evolución, salió con ropa deportiva, una gorra cubriendo su pelo apenas crecido. Desconectado aparentemente de la realidad, sin saber que hace o que decir, sin poder dominar su cara de miedo, de tristeza, de duda.
Don Jesús contento, igual que Paco y la mamá de Carlos, que aún sabiendo que si hijo está limitado, sin posibilidades de seguir su sueño, pero con él vivo, en casa, alejado de la tortura de los hospitales, de la exhibición pública de su historia, definitivamente, la familia contenta de saberlo de nuevo, al cuidado de ellos.
Para sorpresa de todos, él se puso de pie, lenta, tranquilamente, seguro de dar un pequeño paso para subir al auto que lo esperaba en el estacionamiento, sin titubear, pero con toda la premura de alguien que apenas y coordina sus movimientos.
Hoy han pasado ya 4 años, el equipo lo ha apoyado, claro, después de reconsiderar,  tras la demanda donde le quitaron parte importante de su sueldo. Le ofrecieron seguir estudiando en la escuela para directivos y entrenadores para que se incorpore al equipo estratega de la corporación, sin embargo y muy a su pesar, el diagnóstico médico, después de varias cirugías solo confirma lo que desde un principio se dijo; No volverá a jugar futbol.
La rehabilitación continúa, sin embargo, las limitaciones físicas, secuelas son visibles, y aunque en ningún momento ha claudicado, sigue dependiente de lo que la directiva le dicte. Hace poco, en febrero de 2012, se presento al nido águila a aclarar algunas cosas de su terapia y de su contratación, y paso por el trago amargo de no poder pasar, le negaron el acceso, a la entrevista, mas repuesto y con algunos kilos de más, Carlos expuso gentilmente y hasta dándole la razón a la empresa por no recibirlo, lo tienen acordado, Carlos no puede hablar mal de la directiva si quiere seguir recibiendo el apoyo económico.
Carlos camina por si mismo, con el lado izquierdo ligeramente paralizado, sin retomar la marcha normal, si jugará futbol y un balonazo le llegara a la cabeza, sería mortal.
Se quedó sin amigos, las políticas de la directiva dieron carpetazo al asunto y lo sacaron de cuadro, le línea, de jugada.
La familia de Carlos lo sigue apoyando incondicionalmente y saben que desde pequeño, él nació para ser un guerrero.
Ya lo demostró.


Imposible olvidar la fecha... “Llegué al club el martes 12 de agosto de 2008. Días antes había tenido un dolor en el hombro”, recuerda. “Ya después me enteré que lo que tenía era un coágulo que se alojó en mi hombro derecho. Ahí estuvo hasta que volvió al torrente sanguíneo y de ahí a mi cabeza”, relata.
Ya en el quirófano, “tenía fe en Dios. Entré a lo desconocido. Tres semanas después despierto y me entero que tuve un infarto cerebral”.
“Tuve la mala experiencia de que me pasara. En algún momento te ven en el esplendor y reflectores, hay gente que se acerca para eso, pero en la adversidad, los únicos que están a tu lado son a los que en verdad les importas: la familia y amigos más cercanos”.

Carlos Sánchez

Febrero 2012



Parte 2

-¿Cómo se encuentra?
-En cabeza se encuentra rasurado con heridas quirúrgicas debido a una craniectomía donde se instalo una derivación ventricular para descomprimir el edema intracraneal, las heridas son en región fronto- parieto- temporal de aproximadamente 15 cm, y otra en región temporo parietal de aproximadamente 10 cm de donde es retirada hoy por la mañana la derivación de la ventriculostomia, ambas en lado derecho. Tornillo instalado en región parietal izquierda para la medición de presión intracraneana
Para pronto; ¿Le cortarón y quitarón un pedazo en forma de triángulo del cráneo para descomprimir al cerebro no?
-Usted siempre con sus terminejos coloquiales no?
-Y que mas?
-Bueno, tiene un aparato que va conectado a un monitor para medir constantemente la presión del liquido que circula por su cabeza.
-¿Y el hueso?-
-¿Cúal hueso?-
-El hueso que cortarón dónde lo pusieron, o que, ¿Lo tirarón a la basura?
-No por supuesto que no- Lo guardamos-
¿Dónde?-
-Lo tiene guardado en su pancita-
¿En serio?
-jajajaja claro que es en serio-
-Marsupialización-
-Si, como los canguros, metimos el hueso en su adbomen, en su región grasa para conservarlo, y asi , cuando el edema disminuya, colocar el hueso propio en su lugar y no usar placas de titanio y exponernos a un rechazo por parte de su cuerpo.-
-Muy ingenioso, felicidades al doctor-
Como puedes ver, se encuentra con apoyo respiratorio artificial, en coma inducido profundo con propofol, sonda para orinar, con accesos arteriales y venosos centrales, como es muy joven y deportista su cuerpo nos reacciona de maravilla, sus papás refieren que este muchachito no tomaba ni refrescos.
Carlos, completamente rapado, hinchado de la cara, con los ojos entrecerrados, forrado por nariz y boca de tubos que lo ayudan a respirar, a comer. Sólo con una bata azul encima, sin ningún movimiento voluntario, encima de un colchón motorizado que cada hora fue programado para realizar movimientos que favorezcan la circulación de cabeza a pies, en las pantorrillas y tobillos unas férulas elecroneumáticas para ejercer presión y movimiento a las piernas en tanto él no se mueva.
Un rostro inexpresivo, de un joven, moreno, sin un gramo de grasa (lo que es no comer cochinadas caray) y con un físico fuerte, ahí,inmóvil, esperando ser despertado y que sepamos que es lo que sucede en su cabeza.
-¿Cúando lo van a despertar?-
-No sabemos, seguimos esperando a que baje el edema del cerebro, por ahora las presiones están altas y no podemos arriesgarnos a un evento traumático ni para él ni para su familia.-
-Por cierto, el señor que esta ahí, junto a él dia y noche, es su papá, y se la ha pasado platicándole durante todo este tiempo, se ve que adora a su hijo-
-Todos los padres adoran a sus hijos ..-
-Eso es relativamente cierto, pero raras veces, y mira que he visto muchos casos en este hospital, he visto tanta devoción y cariño de un padre hacia su hijo-
-La madre ya vino, se acaba de ir con el hermano a desayunar, al rato van a regresar.-
-Por cierto, prepárense para la fila de visitas que siguen-
-¿Por qué?
-Porque es uno de los jóvenes talentos, populares de un equipo muy famoso de futbol. ¿han oído hablar del equipo America?- Pues bueno, la directiva acaba de reunir en el auditorio del hospital a reporteros y médicos, para hacer el comunicado de prensa.
-¿Y que van a decir?
-Pues el diagnóstico, que mas, se trata de un EVC isquémico, raro a su edad, raro en su actividad, raro para todos, una lástima en general, porque cuando despierte no sabemos como y que partes de su cerebro reaccionen.
-Hoy en la mañana ya estuvo aquí Cuauhtémoc Blanco, vino junto con el portero, ese de los chinos, el que su nombre se parece al periodista de tele-
-¿Memo Ochoa?
–¡Ese mero!
-Bueno, pues nada de sangrones ni payasos, al contrario, se tomaron fotos con las enfermeras, con los camilleros y pasaron a ver a Carlos, obvio, les impacto verlo, porque esta irreconocible, figúrate verlo asi, dormido, sin expresión, sin un pedazo de cráneo, hinchado y lleno de aparatos, aún asi, han platicado con él y le han expresado sus ánimos. Los que no han venido son los directivos del club, mucha entrevista y mucho periódico, pero ni lo han venido a ver.
-Lo que si sabemos, es que ellos son los que van a pagar la cuenta, porque como todo sucedió en el momento en el que estaba entrenando, pues es considerado enfermedad de trabajo, y pues se van a poner con la cuenta de este hospital por lo menos.-
-Pues les va a salir muy caro, muy caro.-
-Ni modo que el club America lo atienda en el IMSS.-
-Bueno, yo nada mas decía que les va a salir caro.-
-Deberiamos restringir las visitas, no creo que sea muy buena idea que aca adentro haya tanta gente, me parece que es demasiado show, y él necesita reposar.
-Bueno, si, es cierto, pero el neurólogo dio el permiso, de hecho, ya lo han venido a entrevistar de varios canales de televisión nacional e internacional.-
-¡Pues claro!, a los médicos les encanta ser el centro de atención.-
A la habitación del futbolista de acerco Don Jesús, un hombre sencillo de mediana edad, delgado, con una actitud de gente sencilla, noble, de esas personas que se les nota que son trabajadoras y muy sonrientes.
-Buenos dias Don Jesús, ¿Cómo amaneció?
-Mas o menos señorita, esto nos tiene muy preocupados a mi y a mi familia, mire usted que pasarle esto a mi muchacho, él que es tan sano y que desde siempre ha sido tan bueno.-
-Don Jesus, digame ¿Qué le han dicho los médicos?
-Nada de utilidad señorita, que no saben que factor o porque motivo sucedió esto, ya me preguntaron si el tomaba, fumaba o si ingería drogas, y la verdad, para él su máximo sueño siempre había sido jugar en el America, por eso se cuidaba mucho ahora que lo habían llamado a la primera división, hacia ejercicio, comía todo lo que el nutriólogo le decía, bueno, no podía ni oler un cigarro, con decirle que ni refrescos tomaba para no aumentar ni un solo gramo. La verdad nosotros como familia, estamos muy alarmados, y preocupados por que para saber cómo va a quedar Carlos, si va a poder volver a jugar, si va a caminar, si va a despertar de este sueño, no sabemos. También nos preocupan los gastos, porque donde la directiva deje de pagar el hospital, nosotros no tenemos tanto dinero como para pagar el tratamiento, menos en un hospital de este tipo. Imagínese, nosotros vivimos en una colonia de mediana clase social, apenas mi hijo había comprado su departamento con el dinerito que le dieron por su contrato, estába por comprar una casa para su mamá y para mi. Aún vivíamos todos juntos, los cuatro, porque su hermano mayor, le es inseparable, juntos iban y venían a todos lados cuidándose como hermanos que son. Por eso Paco, esta también muy afligido, no sabemos que pasó.
-¿Algún golpe? ¿Algún medicamento que haya tomado, no sé, alguna pista, o algo que intuya usted como padre?
-Mire señorita, yo no sé de estas cosas, pero lo que mas recuerdo, es que hace dos meses, en la copa libertadores, mi hijo recibió un encontronazo con otro jugador, los dos iban por la pelota y el otro choco a mi hijo, pegándole muy fuerte en la cabeza, pero eso fue ¡Hace dos meses!-
 

Parte 1
(Basado en hechos reales)
Las puertas de Hemodinamia se abrieron con brusquedad y estruendo, era poco más de la una de la tarde, martes, una urgencia  en un día tan aburrido, ¡Qué bien!  ¡Colóquenlo con cuidado! Lo primero que  llamo la atención fue su uniforme americanista y su escapulario agarrado por la mano izquierda, eso y, que se notaba despierto,  con ojos de asombro, de desesperación y ansiedad, sin emitir sonido o palabra alguna.
 Hombre joven de menos de treinta años, tez morena, sin ningún rasgo sobresaliente, atlético, de complexión mediana. ¿Qué paso? ¿A qué hora? Preguntaban médicos y enfermeras buscando a alguien que diera datos valiosos, porque era más que evidente que no había heridas externas, golpes o indicios de agresión física, el entrenador y un compañero también con los tacos puestos contestaron con incredulidad ante lo que estaba sucediendo, Carlos estaba entrenando como siempre, haciendo ejercicio con sus compañeros de primera división cuando  lo sorprendió un mareo, pidió le avisaran a Alfonso Díaz para que lo revisaran, pero sin dar tiempo a nada cayó como fulminado por un rayo, inerte, con pulso y respirando, pero nada más, ni convulsión ni estertor, sin faz  de dolor o con actitud de protección , como cuando dan infartos, pero no, nada de nada,  y nada que  ayudara a un buen diagnóstico.
 ¿Qué? Recibió algún golpe, lo empujaron, presionaron, o alguna caída accidental? Insistían en averiguar los médicos, y es que, la sala se iba llenando de gente que preguntaba las mismas cosas que el anterior,  pues no, fue un entrenamiento sin percances. Al médico esa información y el puntaje del equipo en la liguilla le servían para lo mismo, es decir para nada. Vamos a intervenirlo, ¿Qué dice urgencias? Que viene consciente, un poco deshidratado, pero no coordina el habla, puede que entienda, pero no tiene cómo responder a la orden verbal, ni al estímulo doloroso, es como si estuviera atrapado en su cuerpo, ya se le aviso a la familia, vienen para acá para completar su historia clínica y antecedente.
¿Está todo listo? Si doctor,  lo desvestí, limpie y prepare para la inserción, si es preciso en ambas piernas, pues bien hagámoslo. En las pantallas alrededor de la sala aparecieron, desde diferentes ángulos las imágines del catéter que atravesaba en el muslo femoral, primero la piel, luego la arteria  del mismo nombre y una vez dentro de ella, se pudo observar como ascendía hacia la cavidad abdominal, al tórax, al corazón, mas de 20 ojos desmenuzando hasta el mínimo detalle de las imágenes, tratando de encontrar el defecto, la falla, la interrupción del paso de la sangre, o alguna malformación genética, por supuesto que aunque todos tenemos orgánicamente la misma estructura, las proporciones varían, a veces hasta la disposición anatómica.
Varias especialidades fueron requeridas para que, entre todos arrojaran información que diera pista sobre el tratamiento a seguir,  los urgenciologos, los de cardio, por supuesto el de hematología, y el neurólogo que fue sacado de una clase de neurofisiopatología que estaba ofreciendo en el 7º piso, traumatólogos, radiólogos y  varias enfermeras calificadas para la rápida respuesta a las solicitudes desordenadas y sin sentido que a veces profieren los médicos, incluso simultáneamente,  conocedoras expertas no sólo del equipo, sino hasta del genio y fama de cada uno de los que están en este momento, todos ellos, mostraban ansiedad, tratando de resolver este endemoniado rompecabezas.
Si hay alguna opinión o diagnóstico, es el momento de manifestarlo, dijo el cirujano especialista, precisamente cuando la guía arrojaba las primeras imágenes de la vena cava inferior, pues nada que te vamos a decir, todo se ve en orden. El silencio de todos acompañó el recorrido hacia el interior del corazón, analizando el tamaño, la irrigación, pero ni eso, todo en perfectas condiciones para ser un deportista desde los 6 años, para ser un atleta de alto rendimiento desde que jugaba en segunda división.
 Carlos dormía, inducido por un poco de anestesia, ¿Vamos a realizar el procedimiento hasta el cerebro? Por supuesto, y de paso pidamos un electroencefalograma así que, retiren todo el cabello y comiencen a disminuir sedación para que nos conteste algunas preguntas, o por lo menos veamos su actividad cerebral, para entonces, su cuerpo estaba invadido por soluciones en venas, una sonda para  que miccionara sin ningún percance, una mascarilla de oxígeno, desnudo, sólo  cubierto por una sábana desechable, ¡Qué fregado frío hace aquí! Si, estos aparatos deben tener para su mantenimiento una temperatura fría, pues sí, pero pobres  pacientes,  deberíamos cubrirlos  con algo que los arrope mas, si no se van a enfermar, imagínate, sin ropa, en medio de extraños y con la piel chinita, a mi me daría muchísima pena, además del resfriado, claro.
-¿Carlos?- preguntó el neurólogo..-Contesta, dime, ¿Qué ves aquí?-
Y le mostro una tarjeta con cuatro cuadros donde se mostraba un número cuatro enorme, el color rojo, una flor y un cigarro, por supuesto para mi, que no tengo una lesión no identificada, es muy fácil saberlo.
Por supuesto, Carlos no respondió, ni siquiera un movimiento involuntario.
La angiografía mostraba las arterias del cuello y de la cara sin ninguna obstrucción, sin embargo, y justo apenas pasando una de las últimas ramificaciones de la arteria carotídea que dá hasta la porción superior del cerebro se mostro la obstrucción que dejaba de irrigar sangre a una parte del cerebro, que al parecer fue la que propicio el desmayo y la desorientación.
-Preparen para trombolizar-
-Ya está listo el medicamento-
-Introdúzcanlo en bolo y esperemos que en las siguientes 6 horas dé resultado-
Sin embargo, la experiencia nos dicta que este trombo va a ser de muy difícil disolución, ya que no podemos introducir el catéter hasta esa zona, ya que es muy delgada esa ramificación.
-Infiltrando medio de contraste-
Y en la pantalla se mostraba la arteria siendo coloreada por el flujo del medio de contraste y cómo iba poco a poco pasando hasta que, como una pared invisible, empezó a regresar sobre su propio flujo.
-Esta obstruida- no hay paso del Agrastat ni del rtPA, se ha trombolizado parcialmente, no tenemos acceso a los segmentos superiores oftálmicos, sin embargo recuperamos la movilidad del brazo izquierdo.
-¿Qué hacemos? Están empezando los primeros síntomas de edema-
-Administren diuréticos para eliminar líquidos, disminuyan el ingreso, pongan antiinflamatorios, sédenlo para que su metabolismo y actividad disminuyan al máximo y no luche su cuerpo por despertar. Trataremos de conservar su cuerpo lo mas íntegro posible, mientras encontramos cómo restablecer la irrigación sanguínea completamente a su cabeza.- Dijo el jefe de neurología.
La mayoría de pacientes de la terapia intensiva de cualquier hospital, se encuentran bajo efectos de coma inducido , ya que es muy importante que no se encuentren activos, lúcidos registrando actividad de ningún tipo, ya que, los tenemos invadidos por múltiples accesos arteriales, venosos..evitamos a toda costa que hagan esfuerzo ya sea para miccionar, evacuar, la mayoría de las veces los apoyamos en la respiración artificial y hacemos todo lo posible para evitar que en este estado se deterioren incluso muscularmente.
Siempre he pensado que un paciente inconsciente es el ser mas vulnerable de todos, porque esta completamente en nuestras manos, sin poder opinar, defenderse, ni siquiera sabe lo que sucede…esta dormido y la familia de cada paciente confía en médicos y enfermeras. Es un estado de confianza extrema y muchos asumimos la responsabilidad.
Este joven, atleta, hijo de familia salió elegido entre muchos para pasar por esta prueba, y nosotros elegidos para ayudarlo a salir de ella.

-A ver, vamos a pasarlo a la camilla porque de aquí se va directo a quirófano-
Rara vez, oyen la voz de una enfermera tan autoritaria, pero si las hay, o las intentamos haber.
Y asi, con sus respectivas soluciones lo preparamos para ir derechito a la unidad quirúrgica, es decir, le quité el vello completamente de la región abdominal y púbica, aseamos cabeza y tronco, pusimos un vendaje en piernas para asegurar el retorno de la circulación y dimos inicio a la sedación con una infusión de Midazolam.
Cuando lo regresarón varias horas mas tarde a la unidad de terapia intensiva, era otra persona.
 



Prestaciones Institucionales
En cualquier institución, hospital, nosocomio o lugar decente que se encargue del negocio de la salud, con checador visible y departamento de personal que administre a mas de 50 personas, es de ley, contar con las siguientes prestaciones:
Título de SEÑORITA:  Invariableme a partir de que checa uno la tarjeta y esta es sellada con la hora de entrada, asi se esté cursando el noveno mes de embarazo, las mujeres pasamos a ostentar el título de SEÑORITA, asi sea que la popularidad rebase las fronteras de la entidad federativa, ya sea que cuente con un historial comprobable de novios y esposos, por el sólo y simple hecho de haber sellado hora de entrada, somos SEÑORITAS.
Ojo: No somos SEÑOS ni SEÑITOS, mucho menos muchachas ni el naquisimo ÑORA, con la pena y amparadas por nuestro contrato colectivo de trabajo, somos, y aunque dé risa, SEÑORITAS.
Quizá por eso y debido a la poca frecuencia con que algunas usan el término, cuando usted le llama a una de ellas, cualquiera, solicitando atención “SEÑORITA!” notará que no todas volteamos o atendemos, disculpe, muchas no asimilan su condición laboral.
(Lamento el caso de los varones, donde no pueden generar el título de SEÑORITO, pero así es esto de la igualdad de géneros).
Hora de COMIDA: Y aunque la ley establece claramente el tiempo de descanso correspondiente por determinadas horas laboradas, es bien sabido que sea el área que fuere, necesitamos de un tiempo para asimilar el ritmo laboral que nos espera, a saber: Necesitamos, casi siempre a la entrada de cada turno, prepararnos psicológicamente para la ardua tarea que nos espera, oír, ver, tratar, lidiar, resolver conflictos y problemas no sólo nuestros, sino también de los demás. Por ello, debemos recién entramos, recibir material, pacientes y en general el área donde trabajamos, preparar lo que vamos a ocupar durante el dia para posteriormente, después de este ajetreado inicio, empezar con las diligencias y actividades consiguientes.
De acuerdo al día, saber que mercado o tianguis ofrece los suficientes abastos para el turno, por que de ello depende el tiempo, y la cantidad de personas de las que se dispondrá para semejante tarea, o a ver, dígame usted, ¿Es fácil trasladar pozole desde el mercadito hasta el quirófano de un hospital? Pues claro que no.
Y esto lo debemos hacer en tiempo record, por eso actuamos en equipos, generalmente se alianzan médicos-enfermeras, camilleros –trabajo social, y se resuelve en equipo la hora de la COMIDA.
El personal bien comido, bien alimentado de un hospital es la base del éxito en la atención que brinda.
AGREGADO: El agregado es el número que codifica el estatus del derechohabiente, ya sea pensionado, estudiante, jubilado o trabajador activo…generalmente.
La institución ofrece el AGREGADO, que a continuación explicaré: Es bien sabido que uno convive mas con la gente con la que trabaja, que con la familia, máxime si hace guardias adicionales para cubrir necesidades económicas personales. Puede ser soltero, casado, concubino, prometido, novio, de gustos muy específicos, pero el nosocomio ofrece la prestación, de disfrutar de una pareja dentro del horario laboral que no ofrezca inconvenientes en la vida cotidiana fuera del hospital. Ofrece un AGREGADO, alguien que no quiere problemas, ni pleitos, y que sabe que todo es y sucede bajo el horario laboral, que fuera del hospital somos compañeros nada mas.
Esta prestación la ejercen por igual todas las categorías, sin embargo, no todos gozamos o aprovechamos la prestación, ya que, ese AGREGADO ha sido motivo de muchas leyendas y mitos que se generan alrededor de un hospital.
Si existe, sucede, pero como en la mayoría de esta y de otras instituciones y/o  profesiones, son circunstancias que el ser humano insatisfecho y comodín busca, propicia y encuentra. No todos somos asi.
VENTA EN ABONOS: Entre los pasillos, encubiertos en carritos para abastecer ropa, en mochilas, tambos para agua, con tendederos en los casilleros, donde se surte el equipo, siempre, cerca, siempre a la orden, la tiendita que vende papelería, dulces, aguas, refrescos, tortas, ensaladas, fruta, despensas, tarjetas de teléfono, tacos, tostadas, zapatos, lencería, artículos de sex shop, discos, películas, ropa de linea, perfumes, oro, plata, bisutería, cosméticos, todo, todo hasta la comodidad de tu servicio, sin filas, sin molestas colas para pagar.
-“A ver, escógele manita”-
-¡Cuánto te debo?
-Me dás lo que puedas en la quincena manita-
Y ya está, te vas con tu perfume Chanel que en tiendas departamentales te sale en 1500 pesos y que aquí, “la manita” te vende en 800 pesos en tres quincenas.
¿Maravilloso no?
Por eso, trabajar es una bendición inigualable en ciertos lugares, por ello, no tenemos excusa para ser malos elementos, tenemos un sueldo, un trabajo estable y lo complementan las maravillosas prestaciones institucionales.






Síndrome de Meles:
                Entre los de nuestra profesión, este síndrome es muy conocido, es un grupo de signos y síntomas que nos permiten establecer un diagnóstico claro acerca de nuestro paciente.
                Este diagnóstico, por supuesto, como todo lo verdaderamente útil en la vida, no aparece en los libros, en ninguno, ni de medicina, ni de enfermería ni de tanatología. Sin embargo es tan claro para todos cuando lo vemos, que quizá por ello se obvia su teorización.
                Este síndrome ataca lo mismo a gente grande que pequeña de edad, a gordos a delgados, a ricos y pobres, no respeta profesión ni género, por lo que es altamente indiscriminante.
                Desafortunadamente, tampoco tenemos muchas medidas para tratarlo una vez que ha sido detectado, por que cuando aparece, es generalmente irreversible.
                De igual modo, una vez detectado, su avance es lento y progresivo y con desenlace fatal.
                Existen casos documentados de pacientes que se han propiciado voluntariamente este síndrome de Meles , al ya no contar con la motivación suficiente de vida, se condicionan a padecerlo y a llevarlo hasta el final de sus consecuencias. Generalmente, son pacientes de la 3ª edad, que bajo un estado de tristeza y/o depresión toman la decisión.
                Otro tipo de paciente decide este padecimiento hasta fechas muy concretas y programadas, deciden sin exagerar en la precisión, padecerlo hasta el día de su cumpleaños, ni un día mas, ni un día menos…o deciden que se terminará el día que llegué el hijo que vive en otro país, o el que está molesto después de tantos años de no verse. Esperan ver por última vez a su pareja, a su madre o padre…saben esperar hasta ese día para terminar con el síndrome.
                Nos alcanzan a advertir la mayoría de las veces que ya entraron en ese estadio, y nosotras nos limitamos a respetar la decisión, a veces nuestros compañeros médicos se empeñan en tener un poder o control sobre el hecho, pero no, en realidad ellos no tienen ningún poder sobre las decisiones ya tomadas por los pacientes y por Dios.
                Entre nosotras, lo comentamos:
-¿Ya viste? El paciente de la cama 11 ya tiene el Síndrome de Meles…
-Mi paciente ya tiene el Meles-
-Cuidado, porque el Meles luego se pega de tres en tres-
Y si, así es…cuidado con el Meles.
Porque si,
Meles voy…
 


Sociedad Nacional de Enfermeras Fanáticas de Kitty

Curso-Taller
Enfermería personalizada basada en el método de Kitty



Kitty White Nurses

Programa Presencial  2012


El curso taller para enfermeras 2012 de la Asociación Nacional para Enfermeras fanáticas de Kitty, es la respuesta a las necesidades de la población en general a ser atendidos con un máximo de calidad, todo bajo un enfoque amoroso, rosa y tierno basado en los lineamientos gráficos de Kitty.
Objetivo:
Nuestro objetivo principal es lograr el confort y restablecimiento de nuestros clientes que se sienten afines y agradados por la emblemática gatita.
Metodología
Es un programa semi-presencial que cubrirá con un mínimo de diez horas los objetivos del programa podrá ser  lunes, miércoles y sábado, cada dia 5 horas, ofrecemos la posibilidad de incorporar la teoría con la practica con ejercicios en lugares altamente reconocidos que usan esta teoría de cuidado.


Programa:
Está basado en diez  áreas de cuidado fundamental:
©       Empatía nivel 1
©       Apapachoterapia dirigida sin morbo
©       Curitas y vendajes
©       Pastillitas de la felicidad
©       Mensajitos alentadores
©       Abrazitos recuperadores
©       Musicoterapia
©       Uso y abuso del color rosa
©       Implementación de sonrisas
©       Detalles complementarios
 
Programa 2012





Nota: Se recomienda asistir con ropa cómoda, sellitos, calcas, cuaderno, lápiz, tijeras y todo lo relacionado o referente con que se cuente relacionado con Kitty.


©       Empatia 1
Las diversas formas en que podemos ponernos en el lugar de la otra persona.
©       Apapachoterapia dirigida sin morbo.
Llevar a cabo un contacto físico gratificante para ambas pares sin que el ejercicio termine con fines sexuales.
©       Curitas y vendajes
Aplicacción de curitas y vendajes con cariñitos y material alusivo a Kitty.
©       Pastillitas de felicidad
Uso y administración adecuada de este producto, el abuso causa adicción.
©       Mensajitos alentadores
Uso de herramientas tecnológicas para reconfortar via elecrónica a alguien.
©       Abrazitos recuperadores
El arte de abrazar rico
©       Musicoterapia
Uso de música de los 80 y en general retro para animar el alma.
©       Uso y abuso del color rosa
Distinguir entre el buen gusto por Kitty y el abuso de ser la Pantera Rosa.
©       Implementación de sonrisas
Son gratuitas y no generan cargos adicionales, fomento a la alegría.
©       Detalles complementarios
Ideas prácticas, cartas, flores, chocolatitos, detalles en general que coadyuvan a la recuperación.
Costo: $500.00 MN
Informes: LIc.Patyoazul







Yo no quería ser enfermera.
Yo quería ser Indiana Jones, desde chica, desde que me acuerdo he querido viajar, estudiar historia, excavar cuevas y descubrir misterios, por supuesto,  me veía de aventura en aventura siendo la súper niña del cuento.
Estudié la preparatoria por inercia, y al llegar al 5º año, me enfoque al área de humanidades para ser historiadora, para mi, era lo máximo mi clase de ética, de historia de México, de Historia Universal, claro, en mis planes no estaba enamorarme.
Me enamoré de un hombre maravilloso, compañero de la prepa, alto, fuerte, y jugábamos básquetbol siempre, a todas horas, sobre todo en horas de clase, confiados en que podríamos pasar nuestros exámenes con un mínimo de esfuerzo.
Por supuesto, termine el 5º de prepa debiendo casi todas las materias, por lo que mi mamá, me dijo-“Flojas en la casa no, asi que si no quieres estudiar, vas  a trabajar”-
Casi me dio risa, porque yo a los 19 años, pues francamente era una inútil, es decir, había ido a cuidar a dos o tres ancianos a su domicilio, pero erea solo eso, cuidarlos, acompañarlos, darles una pastilla y listo, a dormir.
Y  fue cuando mi mamá se dio cuenta de que yo no sabía hacer gran cosa, cuando se le ocurrió que yo podía ser enfermera. Y es que ella siempre había querido serlo, ella misma estudio algunos cursos de primeros auxilios, idolatrando el uniforme blanco y a las enfermeras del IMSS, sobre todo porque teníamos una vecina que era enfermera del Centro médico Nacional y al verla tan guapa, arreglada, con el uniforme planchado, se imagino que yo, su hija menor, podría ser una enfermera.
-Acabo de oir que la escuela de la Cruz Roja abrió inscripciones para enfermería- Me anunció una mañana mi mamá-  Así que vamos a ir para que curses un año y te pongas  a trabajar.
¿Alguna vez han visto a su mamá muy enojada, y saben que tiene razón?
Bueno, pues cooperando, calladita fui con ella a la sede de Polanco a ver de que se trataba esto de ser enfermera.
Yo llenaba todos los requisitos, sobradamente, además como la humildad a mi no se me daba mucho, pensaba que eso de ser enfermera era la cosa mas sencilla del mundo, que siempre andaban detrás de un médico, y que yo, siempre tan desobediente y rebelde no iba a durar en ese lugar tan silencioso y con el cabello tan peinado.
Pues claro, ese día llevaba yo todos mis documentos, y presente mis exámenes psicométricos y de conocimientos botada de la risa por que estaban tan fáciles, que fui la primera en terminar.
Regresamos dos dias después por los resultados y obvio, yo había pasado siendo de las mejores calificadas. Sólo faltaba la entrevista con la directora de la escuela.
-Buenos dias, tome asiento-
-Gracias-
-Mucho gusto patricia, esta es una entrevista para saber sus aptitudes e interés en esta noble tarea de servicio, así que dígame, ¿Por qué quiere ser enfermera?
-Buenos dias, bueno, debe serle muy franca (eso pensé me serviría), yo no quiero ser enfermera, estoy aquí , porque mi mamá me trajo, porque reprobé materias en la escuela, en realidad, sabe usted, yo quiero ser historiadora-
-Muy bien me agrada su honestidad, porque aquí necesitamos gente comprometida por que atendemos personas vivas, no son papeles ni objetos.¿ Siente interés por ser enfermera?-
-La verdad no, yo quiero ser investigadora, de cosas históricas, me agrada mucho la lectura, viajar, saber cosas y francamente eso de ser enfermera es para poder trabajar y que mi mamá ya no esté tan molesta conmigo, si me llama la atención saber de enfermedades y de medicamentos, me gusta ayudar a la gente, pero no, no me visualizo como enfermera.-
-Muy bien Patricia, es todo lo que necesitamos saber, ¿Algo más que desee externar?
(yo y mi boca)
-No nada, gracias por escucharme…sabe algo, disculpe si sueno arrogante, pero ¿sabe?, si yo fuera aceptada y logrará ser enfermera, sería sin duda alguna, de las mejores-
(¡¡¡¿De dónde demonios salió eso?!!!! )
A la semana siguiente publicaron la lista de aceptadas, estaba yo en segundo lugar, ¡Me aceptaron!
Debe haber un error…bueno mi mamá está muy contenta, eso es importante.
Sí, mi mamá bien contenta me compró uniformes, libros, mi maletín negro y mi cofia (ese ridículo sombrero que usamos a veces las enfermeras), me veía chulísima y me fui a la escuela, diario de lunes a viernes de 7 a 3 de la tarde.
A los dos meses ya sabíamos la historia de la Cruz Roja, de la enfermería en México y estábamos viendo vacunas y cómo hacer vendajes.
-La siguiente semana haremos prácticas en una clínica del estado de México, tienen que llegar a las 7 de la mañana porque vamos a vacunar niños-
-¿Qué, qué?- ¡Trasladarme tan temprano, tan lejos!…esta bien, esta bien.
Lo hice lunes, martes y mi voluntad ya no llegó al miércoles, tuve falta.
-Vas a reponer tu falta en el hospital de la Cruz Roja por que pedimos 100% de práctica y para que no te demos de baja, necesitas cubrir las horas que te faltan, ya hablé con la directora del hospital, así que no me lo agradezcas y preséntate el siguiente viernes por la tarde.-
(Claro que se lo agradecí, cómo no, si yo adoraba entrar a un hospital sin saber mas que hacer vendajes y poner gotitas en los ojos. Se lo agradecí más porque otra compañera falto, pero a su consentida no la puso a pagar la guardia) ¡Agradecidísima!
Y pues antes que todas las demás, compré mi uniforme blanco, zapatos, medias y toda la cosa, lista me presenté a las 2 pm en punto en la jefatura de enfermeras para cumplir y cubrir mi falta.
-Mi nombre es Paty, soy de la escuela de enfermería, estoy cursando el primer bimestre del curso para auxiliares de enfermería, me mandó la maestra Laura-
-Bienvenida Paty, pemitame  distribuir al personal y le asigno un servicio, por cierto ¿Qué ha visto en este primer bimestre?-
-Vacunas y vendajes, solamente, pero usted dígame dónde y yo me acomodo- (otra vez mi bocota)
-Esta bien, tome asiento y deme diez minutos- Me comentó la supervisora de la tarde.
Pasarón esos diez minutos y me llevó muy amablemente a dar un recorrido por las instalaciones de la Cruz Roja mexicana de Polanco.
Yo ví el hospital muy lindo, muy limpio, y sobre todo, muy vacío, es decir, cuando ves al personal platicando, comiendo, sentado, quiere decir que no hay mucho trabajo.
-Mire, este es el área de urgencias, se divide en tres:urgencias menores, es decir, lesiones que no comprometen la vida, en urgencias mayores que son lesiones que si ponen en riesgo la vida y que son muy importantes y por último el área de choque, que es donde llegan pacientes en un estado de gravedad tal, que todo el equipo médico y de enfermería se integran rápidamente para atender lesiones complejas-
Esta área de choque, me llamó mucho la atención porque, aparte de estar aislada de las otras dos, tenía su propio equipo y estaba completamente sola.
-Bueno Paty, como ve a lo mejor hoy no aprende mucho porque es raro, pero hay poco trabajo, asi que la dejaré con Gaby, en el área de choque, sólo llegó ella y como está sola, tendrá tiempo de explicarle ahora que hay tiempo, lo que se hace en esa sala-
-Muy bien, muchas gracias, sólo me queda informarle que mi hora de salida será a las 8 pm, espero le haya avisado mi profesora-
-Si Paty, no hay ningún problema, cualquier duda o pregunta no dude en consultarnos-
Y bueno, me presente con Gaby, una enfermera joven, que muy amablemente me enseño el área, me explico donde se prendían las luces, dónde estaban las jeringas, los guantes, los tanques de oxígeno, los cubre bocas, las vendas, los medicamentos, en fin, todo lo necesario para una urgencia…por supuesto a los cinco minutos yo ya había olvidado la mitad de esta información porque todos los anaqueles se parecían entre ellos y no había modo de memorizar tantas cosas, era mi primera vez en un hospital.
Dieron las 4 de la tarde y ya había acabado la explicación, Gaby se salió un momento a hablar por teléfono y me dejó sola ahí, en medio de un silencio,  de muebles y aparatos que en ese momento me eran completamente desconocidos e indiferentes.
Me platico grosso modo, que cuando había una urgencia, avisaban por radio y que nosotras debíamos preparar el área y estar listas, pero que en toda la mañana no había existido ni siquiera un conato de urgencia, asi que no me preocupara.
¿Qué no me preocupara?
A las 4:15 sonó una alarma, una especie de timbre que resonó en la sala de choque como un chirrido espantoso que despertó hasta a la mas adormilada.
Vi que todo mundo empezó a despabilarse pero nadie entraba en la sala de choque.
Gaby entró corriendo.
-Paty, acaban de llamar, viene bajando el helicóptero y trae a dor heridos, parece que se desbarrancarón y llegaran en cinco minutos aproximadamente, quédate cerca de mí y te voy diciendo que hacer.-
En cinco minutos, bien, a ver ..¿Dónde me dijo que estaban las agujas?
 En ese momento (es decir a los dos minutos) entrarón paramédicos, médicos, policías, médicos, laboratoristas , radiólogos y un sin número de gente con dos camillas, en una venía una mujer joven, llorando y gritando, llena de sangre de sabrá Dios dónde, la colocarón del lado derecho, yo me pegué a Gaby inmediatamente, y del otro lado, pusierón a un hombre joven, alto, delgado, que parecía desmayado, también lleno de sangre.
-¡René!¡Rene!- Gritaba ella, mientras la desvestía Gaby, cortándole la ropa.
-¡Señorita! Me grito un médico- ¡Venga a retirarle la ropa a él!-
Gaby me miró y me dijo –¡Córtasela como puedas!
Y eso hice, tome las tijeras y le corte la ropa, lo desvestí tal y cómo vi hacer a Gaby con la chica, y de inmediato otros médicos me empezaron a pedir varias cosas.
-¡Cóloquele una línea central!-
-¡Preparelo para quirófano!-
-¡Pásele Hartmann!
-¡Instale sonda Foley!-
…¿Gaby…dónde me dijiste que estaban las jeringas?..
Gaby ni siquiera me volteó a ver, estaba absorta atendiendo a la chica que estaba ya callada, llena de tubos y seguía sangrando mucho, por nariz, por boca, por ojos.
Y aún no sé por que, pero el resto de enfermeras que estaba afuera, sin hacer nada, supongo que aplicando el típico “a mi no me toca”.
Sin saber muy bien, como pude empecé a limpiar a Rene, y escuchaba a los médicos decir que eran una pareja de novios que viajaba en su auto y que en una curva, perdierón el control, saliéndose de la carretera y cayendo en un barranco, que les llevó varias horas rescatarlos y llevarlos a la Cruz Roja.
Un médico me dijo que instalara una línea venosa, un paramédico me dijo que ya llevaba dos, otro medico me pidió muestras de sangre y como pude la extraje d esu mano (si, me acordé dónde estaban las jeringas)
Me pidieron instalara una sonda para que orinara, no sé quíen me dijo que primero había que lavar, y conseguí jabón y rastrillo, y lo rasuré por completo de sus genitales, eso fue porque también alguien me dijo que asi se tenía que hacer para pasarlo a quirófano.
Le instale la sonda como pude, y Rene seguía sin contestar ni responder a nada.
Llegaban médicos, lo veían pero la atención estaba concentrada en ella, que seguía llena de tubos y le estaban haciendo varios procedimientos que yo no alcanzaba a ver.
De pronto, colocándole el camisón a Rene, limpiando aún la sangre, oli su loción, su perfume, y me quedé un instante pensando en lo joven que era, cuando él presento una especie de tos, un reflejo que lo hizo arquearse y vomitar. Un vómito enérgico, en masa, lleno de sangre, violento, (ahora sé que se llama vómito proyectil) y que cubrió por completo mi uniforme, nuevo, blanco.
Y en ese instante, voltearon los médicos y se montaron técnicamente en Rene, que se quedó muy quieto, lo revisaron y sin mas determinaron que acababa de morir y que sus lesiones no permitían hacer mas procedimientos.
No recuerdo la hora.
Sólo se que que me sentía sucia, tonta, inútil, culpable.
Culpable por no saber, por no hacer las cosas mas rápido, por no ser mas cuidadosa al momento de oir dónde estaban las cosas, por pensar que ser enfermera era fácil.
Gaby entonces, por fin se me acerco, ya regresando de haber llevado a la chica a quirófano, y me dijo:
-Si quieres yo termino de limpiarlo, vete a lavar y te vas a tu casa, tu turno termino desde hace rato, mira, ya están desde hace rato las enfermeras de la noche-
Efectivamente, ahí había ,mas enfermeras que yo no había visto, ellas estaban junto a mi ayudándome a amortajar a Rene.
No sé que cara tendría yo en ese momento.
-¿Es tu primer muerto verdad?-
(¿Se me deben de morir?)
Creo que no conteste, porque son cosas en las que yo no había pensado me pudieran suceder.
No sé ni cómo salí de ahí, sólo sé que cuando vi mi reloj en la parada del autobús eran las diez de la noche.
Aún recuerdo el olor de Rene, a su novia gritándole y pensé que si ella sobrevivía aún tenía que enfrentar la muerte de él, y me dieron ganas de llorar, pero no pude.
Llegando a casa, me bañe, me tallé tratándome de quitar el recuerdo.
Y me dí cuenta de lo inútil que fui, que no ayude a Rene, y en ese instante me prometí, que nunca mas me volvería a sentir igual, que en adelante, yo iba a hacer hasta lo imposible por saber que se hace en cada caso, por ser útil y rápida.
Aprendí que ser enfermera es tener el estómago duro para no llorar y reaccionar con respuestas, a tener un criterio y no esperar a que un médico me diga que hacer, aprendí que ser enfermera es saber hacer.
Aprendí a no darme por vencida, porque sólo cuando se muere es cuando se acaba, pero para que alguien muera es porque ya intenté veinte cosas para evitarlo.
Y supe que, mis brazos no deben dejarse caer por que a otros le pueden servir.
Mi uniforme lo tiré a la basura.
Me enseñe a respetar el blanco.
Me puse a estudiar, a cuestionar siempre qué se puede hacer y que no.
Y decidí que si tenía boca para decir que podía ser buena enfermera, debía ser coherente y demostrarlo. Cada día que pasa, desde entonces, trato de ser menos inútil.
Ahora sé que Indiana Jones moriría por ser enfermera.
 


Eulalia

La realidad es mas triste , que un cuento triste.

A través del tiempo muchas cosas se han dicho, inventado, agregado a mi historia, cuando lo que sucedió realmente, nadie, mas que yo, sé con exactitud.
Sucede que en mi amada profesión de enfermera, siempre he sido feliz siendo útil a los demás, un orgullo portar el uniforme blanco, impecable no sólo por la pureza que debe representar, sino por la pulcritud que como mujer uno debe a los demás…presentarme con el uniforme resplandeciente, almidonado y sin una sola arruga era parte de mi respeto a mi trabajo que tantas satisfacciones me brindaba.
¿Cuantas veces había visto a mis colegas enamorarse de un médico? Muchas, he de decir la verdad, eso a mi me parecía desde siempre una fantasía porque  a la profesión médica se le ha adjudicado un estatus casi divino, mientras que a nosotras, las enfermeras, un estatus de obediencia hacia ese ser divino, y para las colegas contemporáneas, era un trofeo tener un novio médico y mas aún ser la prometido o esposa de uno de ellos.
A mi no me ilusionaba casarme con uno de ellos, lo que verdaderamente me gustaba era saberme útil y ayudar a los demás, ser precisa, eficaz y puntual en la ayuda que brindaba, por eso me exigía constantemente no solo una imagen impecable, sino puntualidad, disciplina, entrega y compromiso en el hospital donde laboraba. Mis medicamentos a tiempo, sin tregua al descanso y con rondines constantes por los pasillos por las noches para evitar que la urgencia me tomara desprevenida, ese era mi  mundo y lo sigo valorando más que a nada en el mundo, aunque después ese se haya convertido precisamente en mi castigo.
Cuando se es joven y bella, uno cree que puede todo, que las noches sin sueño serán recuperadas, los ayunos compensados y la fatiga premiada, por eso cuando conocí al Dr.Joaquín , me impresiono su nivel de compromiso a la profesión, si había alguien en el hospital que lo entendía y me entendía bien con esta entrega al hospital y a la salud, ese era él.
Hermosos ojos negros, listos, brillantes, amorosos, a los cuales me asignaron por ser la más disponible y eficiente en el hospital, ambos hacíamos una pareja llena de luz y de salud porque con sus tratamientos y mi dedicación salvamos muchas vidas. Por eso, aunque mis colegas me alertaban de no enamorarme de él, por ser un hombre de un estatus diferente al mío, económicamente superior, de una familia rica y sobre todo, tremendamente guapo y atrevido con las demás mujeres, terminé, haciendo precisamente lo que me pedían no hiciera. Me enamoré como una loca de él.
Y él me correspondió.
Nos amamos, me entregué como pocas mujeres pueden hacerlo, le di mi vida, mi alma y le juré amor por siempre. Él, correspondiéndome me pidió matrimonio. ¡Era la mujer mas feliz del mundo!
Y Fijamos la fecha de la boda, ilusionada le conté a medio hospital mi compromiso, no había una historia de amor mejor que la mía.
Por eso, me extraño mucho que Joaquín, en vísperas de ir a ver a mis padres me dijera que se iría de viaje durante 15 días, él argumentó que se le había pasado decírmelo, que tenía muchas cosas en la cabeza y que no me había avisado con tiempo, lo cual yo creí ciegamente, porque todo lo que él me dijera era verdad absoluta para mí.
A la semana de su ausencia, en mi mundo no salía el sol, no sabía nada de él, y vivía esperanzada de una carta, un recado, un telegrama que me diera un poco de vida en medio de esta soledad que me dejaba su viaje.
Y dio la maldita casualidad un día, un jueves, cuando me encontré al sub director médico del hospital que acababa de regresar también de un viaje, platicando de todo un poco, llego un momento en que lo sentí incómodo, como si midiera cada una de las palabras que pronunciaba conmigo, ante tal sospecha y conociéndonos de años le pregunte que sucedía, si había algo malo, y él por más vueltas que le dio, termino confesándome con pena una verdad que yo habría preferido no oír nunca.
-Joaquín no va a regresar al hospital, ahora mismo está de viaje de luna de miel, se acaba de casar la semana pasada con una doctora de la capital, con la que llevaba varios meses de relación-
El mundo se hundió a mis pies, sentí que me quitaron el piso y que flotaba solamente..sin peso, sin llanto…creí enloquecer y salí corriendo, llorando por los pasillos, sintiéndolos interminables, odiándolos, escuchando carcajadas y burlas por la infamia que se había cometido hacia mi persona, a mi amor, a mi corazón.
Caminé y camine, así, como estaba vestida, es decir, de enfermera, me sentía levitar y cómo mi cara ardía de furia, de ira, maldecía a Joaquín, y claro, me preguntaba cómo había sido tan ciega.
Regrese al trabajo dos días después, seca, con el llanto enmudecido y dispuesta a olvidar este maldito puñal clavado en la espalda, olvidar la traición vil que sólo un hombre verdaderamente miserable puede tejer en su alma.
Odiaba ser enfermera, dejó de importarme la gente, su dolor, su enfermedad. Descuide, debo admitirlo si espero algún día el perdón, que deje desangrar a varios buscando la venganza en otras personas, deje de dar medicamentos o los daba premeditadamente equivocados, olvide los rondines y me dedique a conmiserarme por mi desamor, por mi soledad, maldije su felicidad, maldije mi existencia.
Me convertí en una sombra triste de lo que era, me seque en vida y perdí el sentido de la vida, por eso fue que casi sin pensar decidí terminar con esta agonía, o al menos eso intenté cuando una noche, presa del más insoportable dolor, colgué de una de las habitaciones  altas, una cuerda desde donde me ate el cuello.
No recuerdo si salté o mis demonios me empujaron, lo que si sé, es que el dolor desapareció, que me siento mas tranquila y que poco a poco he recobrado la paz  que en esa época  perdí.
Ahora sigo trabajando, doblo turnos y cuando veo que hace falta ayudo a mis compañeras en las cirugías, dando medicamentos, dando los rondines y calmando la aflicción de algunos enfermos, trato de estar siempre lo mejor presentada posible, con mi uniforme almidonado, planchado, blanco perfecto, sin arrugas. Hace mucho que no sé nada del Dr. Joaquín, creo que ya lo perdone, solo me resta perdonarme a mi misma por perder la cabeza y haber afectado con mi dolor a otras personas…por eso el día de hoy soy más eficiente, efectiva y disciplinada que antes, para de algún modo compensar lo que hice mal en el pasado.
Les he contado mi historia, me llamo Eulalia, soy enfermera y laboro en el hospital, casi siempre de noche, y ya saben, mis compañeras, a veces ignorantes de los nombres, prefieren poner apodos, por lo que, al no saber el mío, prefieren decirme, por mi apariencia, simplemente
“La Planchada”

A la  Planchada
(Con todo respeto si es que anda por ahí)

 





La enfermera perfecta

El pensamiento constante de Silvia, es que el paciente es primero. Cuidadosa y dedicada como pocas se desempeña en un hospital trabajando en el área de admisión, es muy meticulosa en el llenado de los formatos, con buena letra, anotando nombre, apellidos, número de afiliación (y cuidado con no llevar el carnet de citas porque eso si, no se puede dar un servicio sin el debido documento) , edad y problema que los hace acudir al hospital.
Hace pasar al paciente a la comodidad del hospital, lo instala en la unidad donde será revisado, auscultado y recetado sin perder siquiera un segundo en explicarle que va a a ser revisado, menos pierde el tiempo en protocolos innecesarios como “Buenos dias” “¿Cómo está?” , tampoco dice su  nombre, ni  cargo , porque, para eso ella porta visible y a color un gafete que la identifica plenamente y no como a otras, que es servidora del honorable hospital.
Luego, se encarga de encontrar ( a como dé lugar al médico que va a atender al paciente en cuestión) si es necesario lo vocea, lo saca de su vida social o del sanitario  con tal de que atienda y resuelva el problema,  aunque no sea necesariamente una urgencia, es impresionante cómo sabe dónde está cada quien y con quién a cada hora de la mañana, es un centro de información y atención a clientes que a cualquier servicio de investigación le gustaría tener como empleada.
Sabe incluso de los enredos amorosos de cada uno de sus compañeros, y lo sabe porque a pesar de que todo el día está increíblemente ocupada, se preocupa por su entorno laboral y de que todo funcione adecuadamente.
Existen raras, muy raras ocasiones donde, los médicos no aparecen por ningún lado, entonces, ella personalmente es la encargada de buscar al subdirector de la unidad y presentársele  abanderada por las causas sociales de los pacientes y reclama con voz más que enérgica la  atención médica en nombre del desvalido usuario.
En su alto sentido de profesionalismo, exige de parte de sus compañeras, el mismo nivel de entrega al trabajo, y lo exige de un modo tan apasionado, que no importa si grita, o arrebata la palabra, si pasa encima de la jefe de piso, de enfermeras o del médico que sea, su devoción hacia el paciente (sin importar su nombre) es imperturbable.
Todo el hospital se debe mover al mismo ritmo que el chasquido de sus dedos, y todas sabemos que las cosas no pueden ser pedidas por favor, al menos no de su parte, porque para eso nos pagan y que existe un reglamento que ella sigilosamente sabe y aplica.
Es decir, sabe sus funciones perfectamente apegadas a contrato de trabajo, sabe de leyes, es implacable e impecable en los menesteres técnicos y prácticos de la profesión..quizá no sonría mucho, ni logre platicar con el paciente porque eso no salva vidas, ni tampoco logre personalizar su atención porque ella prefiere ser más útil que simpática.
Siempre le puedes pedir un consejo, aunque ella siempre se adelanta y te dice sin temor a equivocarse cuáles son tus puntos débiles , los tuyos y los de los demás, claro, por eso ella es tan antigua en el puesto, ha visto ir y venir a muchas generaciones, sabe, prevé y hasta adivina lo que piensan los demás de ella, por eso evita platicar mucho en los momentos de descanso, y de hecho, prefiere no hablar con nadie para así, evitar habladurías, porque sabe que nadie la quiere por que le tenemos envidia, de su saber y de su hacer por supuesto.
Constantemente anda sola por los pasillos viendo no sólo dónde no pasó el señor intendente, camina erguida, con el uniforme inmaculado y blanco, lustrosos zapatos. Ni hablar del escaso maquillaje, porque ella no tiene tiempo en esas liviandades, es más importante saber de medicamentos y de aparatos aunque y no les miento, más de un paciente se ha sentido morir nada más de ver esa cara tan pálida y seca, y es que , lamentablemente Silvia, la súper enfermera, no tiene tiempo ni de irse de vacaciones por cuidar al hospital, por cubrir turnos extras y garantizar dinero para su ansiada jubilación, por eso, aunque ya lleve mas del tiempo establecido para su retiro, sigue trabajando y al doble de exigencia para ella misma y las mas nuevas, que no puede creer, cómo siendo tan jóvenes , sean tan flojas.
Es una enfermera  fuera de serie, y se los tengo que contar porque  me resulta increíble conocer y tener el gusto de trabajar con alguien tan profesional como ella, se los platico porque, me parece que ninguna de ustedes tiene una enfermera en su hospital, así de perfecta.


 


 
Tengan  la gentileza de avisarme si muero.

Recapitulemos:
No me importa trasnocharme, aunque al día siguiente me cueste mucho trabajo levantarme, siempre he sido muy malo para hacerlo temprano, recuerdo que ese día mi esposa y mis dos hijos no querían regresar, y es que estábamos tan a gusto en Cuernavaca, era un viaje que les debía desde cuando, porque mi trabajo rara vez me permite alejarme de la ciudad, por eso, en este primer puente largo del año, decidimos irnos a casa de mi prima Gaby, que desde hace meses nos insistía que la visitáramos para que los niños jugaran a gusto en la alberca. Fue un buen fin de semana, reímos, comimos y disfrutamos mucho estar juntos..no cabe duda, mi familia es de lo mejor.
Eran las once de la noche cuando al fin pudimos terminar de despedirnos, emprendimos el regreso con los niños durmiendo atrás y Mary buscando alguna estación de radio que nos terminara de relajar para iniciar el martes con todo en la escuela y en mi trabajo. Como abogado, nunca me ha ido mal, le debo en parte a mis padres el prestigio que ahora sustenta mi ingreso económico, pero desde luego, no puedo dormirme en mis laureles y ya, debo seguir día con día, buscando oportunidades que me representen no sólo dinero sino un aprendizaje para ser uno de los mejores abogados del país, ¿Por qué no?
Por supuesto, obvio, lo supuse…una larga fila de autos esperando salir, esperando pasar por la caseta e ingresar a la autopista.
-Ves? Te dije que saliéramos mas temprano Mary-
-Pues si amor, pero los niños estaban tan contentos, además no te hagas, tú estabas muy a gusto con Raúl platicando del sexenio que nos espera, asi que bueno, ni hablar.-
-Oye cielo, ¿Si mejor tomamos la carretera libre? ¿Estará igual de transitada?
-Paco, es difícil, todo mundo regresa a esta hora, pero si quieres lo intentamos-
Y sin pensarlo mas, dirigi el auto hacia la salida a la autopista libre, que si, efectivamente se veía más despejada que la autopista.
-Lo ves Mary? Creo que elegimos el camino correcto-
¿Mary?
-pobre, el cansancio la durmió-.
Nunca fui fanático de la velocidad y menos ahora con mis hijos atrás durmiendo y mi esposa recargada en el vidrio del copiloto, por eso me molestó mucho que adelante dos imbéciles estuvieran zigzagueando tratándose de rebasar el uno al otro. Mayor mi molestia cuando por el retrovisor vi a un tercero tratando de darles alcance.
-Pues no señor, no les voy a dar el paso para que sigan poniendo nerviosos al resto de los conductores-pensé.
Sólo sentí un pequeño golpe en la parte trasera de mi vehículo, lo demás sucedió en cámara lenta..borrosa y confusa. Vueltas, varias según yo, sólo pensé en mis hijos y en Mary…oía gritos, voces, pero mi cuerpo no lo sentía, oi ruidos, sirenas pero muy muy lejos. Supuse por un instante que era un sueño, porque yo no sentía ni frio, ni dolor, ni nada, entonces todo debía ser algún lapsus pasajero de esos, como cuando por la adrenalina no recuerdas detalles ni sientes nada, hasta mucho después.
Recuerdo según yo, oír un bip-bip-  risas, voces..luces que se apagaban y prendían. De vez en cuando me sentía en medio de una ola donde mi cuerpo flotaba, como si no me perteneciera y fuera movido como un maniquí, otras veces humedad, sin frío ni calor , alguna otra vez un ligero piquete en los dedos, en el brazo, pero nada más. Oía la voz de Mary, lejos, no le entendía lo que decía pero si sé que me decía cosas llenas de amor y por su tono, muy tranquilas, aunque esos si, yo sentía y aún no se porque una angustia  que no se explicar.
Oia a veces mi nombre..otras veces un silencio terrible.
Una vez, y fue muy claro, no miento, escuche con mas claridad que otras veces,  la voz de mi mamá, me decía algo asi como “aún no”, por que a él” pero la verdad pues, no creo que haya sido conmigo el asunto…pero ¡Fue tan claro!
Despúes mucho ruido, y luego un silencio mayor a los anteriores. Uno nuevo, raro.
No se cómo seguir este relato…no recuerdo mas.
Y si me hubiera muerto?
No creo.. mi mente no estaría pensando ni relatando esto, que por muy vago que sea, es como quiera , ¿Un recuerdo no?
A veces pienso que si estuviera muy grave en un hospital, inconsciente, ya me habría enterado por que a veces las enfermeras (lo vi en películas) tratan de comunicarse contigo.
Creo que si estuviera muerto, alguna de ellas, alguna de las enfermeras hubiera tenido la bondad de decirme por lo menos “Descansa Francisco” y hubiera oído por lo menos un rezo, una bendición..no sé, un Padre Nuestro, aunque nunca fui muy creyente y devoto, al menos me reivindiqué hace poco, porque mi hijo menor estuvo muy enfermo, ahora si creo que hay un poder divino que puede compadecerse de nosotros.
También hubiera sentido alguna vez una mano tocándome, o platicando conmigo…hubiera sentido protección, cariño, no sé. ¿Eso lo enseñan en la escuela para enfermeras? No lo sé.
Sólo sé que si hubiera estado en un hospital y hubiera muerto, me hubiera gustado que me avisaran que ya morí. ¿Debería existir eso no? Así como las tarjetas de donación de órganos o de tipo de sangre, una que dijera  “ Favor de avisarme si me muero”…eso estaría ideal, porque  según mis cuates de la prepa, alguna vez platicando, comentamos que, a veces las cosas suceden tan rápido que no alcanza el tiempo para que la mente asimile que su cuerpo ha muerto, es decir, vas a algún lado y de pronto ¡ zaz! ,mueres para los demás, pero tu mente , tu energía sigue en la rutina y se queda atrapada en la vida cotidiana. Y esos se convierten en fantasmas, aunque yo siempre he creído que los fantasmas son personas o energías con misiones inconclusas, así como en las películas de terror.
Ahora que este sueño interminable pase, le voy a decir a Mary que  empecemos a trabajar esas tarjetas para venderlas, creo que a nadie, y menos a los médicos o a las enfermeras se les ha ocurrido y eso que conviven con la muerte mas que nadie. ¿Es buena idea no?
O  a usted no le gustaría que le avisaran que ya peló para otra vida?
A mi SI.







La hora del Cucú Cucú

13 comentarios:

  1. Me gustó su tragicomicidad. Bien podría ser escenificado como un entremés con personajes definidos y traumas complementarios para aumentar el conflicto. Hay tradiciones en las que se afirma que ciertas cosas empiezan a pasar a partir de las 3 de la mañana. En mi caso personal he experimentado algunos detalles, como sombras o voces que se empiezan a manifestar a partir de esa hora. Me imagino que para una persona que está en un hospital, enferma y con riesgo de muerte esas sensaciones se han de magnificar. Me gusto que le hayas dado una personalidad al fenómeno al describirlo como un ente de locura aunque no hay que descartar del todo que en algunos casos la causa del desequilibrio sea algo en verdad presenciado. En que caso serán trampas de la mente o visitas del pasado es difícil de distinguir. Me imagino que los casos en que dura varios dias han de ser contados. Me gusto mucho Paty y me dejó picado.

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  2. Haruki Murakami opina algo parecido a lo que te comenté. En la página 369 de Kafka en la Orilla la jovencita que es la señora Saeki se le aparece en la habitación de la biblioteca poco después de las 3 de la mañana.

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  3. No me gustó..... me encantó..... y te vi a ti Patri en tu trabajo, con esa seguridad y esa firmeza que te caracteriza!!!!!Besos espoles para tí de todos nosotros...

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  4. es bueno aunque soy muy exigente en este tipo de narraciones me gusto, me gustaron mas tus poesias de la entrada pero sabes que soy mala en la tecnologia no encontre como comentar, me remonte a mis tiempos preparatorianos entre mota canciones y la luna siempre encuentras un buen poeta, gracias por regresarme a esos años maravillosos

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  5. Me gusto mucho Paty. Como colega y 20 años trabajando de noche, entiendo perfectamente a lo que te refieres. Se sorprenderían si contáramos todo lo que vemos y vivimos en un hospital de noche y mira que yo soy de las que "hasta no ver, no creer" muchas felicidades, me encanto, tendré que actualizarme más en esto d la tecnología para seguirte.

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  6. Acabp de leer La enefermera perfecta, y pese a que está muy bien toda esa profesionalidad, en los hospitales se agradece que aparte de ser profesional, sea agradable, cercana, en definitiva... humana. Esta persona que has narrado, lo hará todo muy bien, pero peinso que le faltan todos esos adjetivos que he descrito anteriormente para hacerla " perfecta", aunque en cualquier lado dónde uno mire, no existe nunca ni existirá la perfección....

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  7. me encantó el relato de por que decidiste ser enfermera, sabes algo? yo estudié un curso de paramédico, es algo que no te he dicho que no conocías de mi, me encanta todo eso, ahh la sonda foley me trae malos recuerdos me dieron escalosfríos jaa!....bueno me gustó mucho

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  8. "Mensajitos alentadores
    Uso de herramientas tecnológicas para reconfortar via elecrónica a alguien."

    esa me gusta y mucho

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  9. Me gusta cómo eres: fuerte, luchadora, inteligente, inquieta, decidida, valiente, trabajadora, y por eso, Patri, estás dónde tienes que estar: dando todo tu ser para aquellos que no tienen tus dones!!!!! Besos desde Valencia

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  10. jaja corazó ¿ves? me tienes que apoyar con tu sueg...digo con mi madre para que no diga "SEÑO"

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  11. ACABO DE LEER EL FUTBOLISTA Y DESEO ENORMEMENTE SABER CÓMO TERMINO...MUY INTERESANTE pATRII....BESOS VALENCIANOS

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  12. EN ASCUAS ME TIENES......bestos desde España

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  13. Eres Grande Patricia Otañez, Fabulosa, no se podía esperar menos de tí, desde las clases de historia, cuando discernias con el Mtro. Pavón.
    Te admiro un chinnnn..
    Ana Reza

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